Mural de la tumba de la princesa Itet, Museo del Cairo, Egipto |
La
pintura del Antiguo Egipto fue eminentemente simbólica, funeraria y religiosa.
La técnica pictórica de los egipcios fue un precedente de la pintura al fresco
o témpera, ya que hacían de los pigmentos naturales, extraídos de tierras de
diferentes colores, una pasta de color, que mezclaban con clara de huevo y
disolvían con agua para poder aplicarlo sobre los muros, revestidos con una
capa de tendido "seco" de yeso.
La
pintura se utilizaba para decorar las paredes de los templos y tumbas, así como
para ilustrar papiros. Una técnica muy empleada fue la del fresco para
conseguir los colores de los pigmentos que se tenían que diluir en agua antes
de ser aplicados sobre una pared húmeda.
En Grecia se
desarrollaron las principales manifestaciones artísticas que han marcado la
evolución del arte occidental, con un estilo basado en la naturaleza y
en el ser humano, donde preponderaba la armonía y el equilibrio,
la racionalidad de las formas y los volúmenes, y un sentido de imitación («mímesis»)
de la naturaleza que sentaron las bases del llamado arte clásico.
Apeles
fue uno de los más queridos y afamados pintores de la Edad Antigua. Nació en
Colofón, en el año 352 a. C.; y falleció en Cos el 308 a. C.
Pintura mural de Pompeya donde se cree que se representa la Venus Anadiomena del pintor Apeles. |
De
Apeles se decía en su tiempo que tenía el don de la gracia, lo mismo que se
dijo siglos después con respecto a Rafael de Urbino, el pintor italiano del
Cinquecento. Sus cuadros tenían un brillo especial que conseguía mediante el
atramentum, que era una capa de barniz negro que diseminaba sobre ellos.
Los
romanos admiraban la pintura griega tanto como la escultura, y animaban a los
artistas que trabajaban para ellos a hacer copias de obras griegas,
especialmente famosas o populares. Los romanos tendían más que los griegos a
decorar sus paredes con pinturas murales, y aunque siguen la tradición griega,
muestran en sus pinturas un gran colorido y movimiento. Las pinturas, con
figuras individuales, grupos o paneles enteros, se reproducían, se adaptaban,
estropeaban o embellecían según el talento de los artistas y las exigencias del
cliente.
Los
procedimientos usados en esta pintura debieron ser el encausto, el temple y el
fresco. Aunque se sabe que los romanos desarrollaron la pintura sobre tabla,
los restos pictóricos conocidos más importantes son de tipo mural, frescos
protegidos con una capa de cera que avivaba los colores.
La batalla de Issos. |
Los
romanos eran fanáticos de las pinturas de los griegos. Pagaban por tener sus
pinturas, debido a esto, sus pinturas estaban muy relacionadas con los griegos,
un ejemplo es el mosaico llamado “La batalla de Issos”
El
mosaico conocido con el nombre de La batalla de Issos es una magnífica réplica
de una obra maestra pictórica griega que se suele atribuir a Filoxeno de
Eretria, aunque durante algún tiempo se apuntó a Apeles como su autor. El
maestro tebano-ático debió pintar el fresco, una de las más admiradas obras de
arte de la Antigüedad, hacia la época en que murió su protagonista, a finales
del siglo IV a.C, por encargo del rey Casandro.
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